Es la madre de Kanami. Es una mujer muy amable y cariñosa, y siempre está a favor de su hija.
Murió porque su sangre fue drenada por un Shiki. Después de unos días, resucitó como uno.
Encontró el camino de vuelta a casa cuando salió del cementerio y Kanami le permitió entrar cuando le dijo que tenía hambre. Kanami trató de hacer comida para ella, pero siempre la vomitaba. Después la hija, accidentalmente, se hizo un corte en la mano y Tae trató de beberse la sangre que cayó. Entonces su hija se ofreció a darle su sangre y ella, entre lágrimas, aceptó.
Cuando comenzó el exterminio Shiki, la amiga de la infancia de Kanami, Motoko, cuya familia entera había sido asesinada por su suegro, descubrió a Tae durmiendo en una habitación desprovista de luz solar. Kanami le pidió que no se lo contara a nadie, que fuera su secreto, y ella aceptó, pero más tarde rompió su promesa diciéndole a los cazadores lo sucedido. Tao fue asesinada por ellos.
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